Las razas braquicefálicas han estado de moda desde ya hace algunos años a nivel mundial y muchas de ellas necesitan algunos cuidados especiales de los que no todos están al tanto.
Dentro de las razas braquicefálicas típicas y que podemos encontrar, se encuentran: Bulldog inglés, Bulldog francés, Pug, Boston terrier, Shih tzu, Pequinés, Lhasa apso, Bóxer, Dogo de Burdeos, Mastín napolitano, Cavalier King Charles spaniel y Shar pei chino. Dentro de éstas, existen tres razas que son consideradas braquicefálicas extremas y por lo tanto más propensas a desarrollar el síndrome del braquicefálico. Ellas son Bulldog inglés, Bulldog francés y Pug.
Los perros de razas braquicefálicas poseen un cráneo más corto y ancho que los de razas mesocefálicas o dolicocefálicas. En ellos existe un marcado acortamiento del cráneo rostral, particularmente afectando los huesos de la cara, cavidad nasal y senos frontales.
El síndrome del braquicefálico es una enfermedad canina compleja que está caracterizada por signos clínicos diversos e involucra principalmente a los sistemas respiratorio y digestivo.
Los signos clínicos que se presentan en el perro son: estertores respiratorios (ruidos al respirar), ronquidos, tos, disnea (dificultad para respirar), regurgitación, vómito, intolerancia al ejercicio, cianosis (coloración azulada en mucosas a causa de una deficiente oxigenación), síncope (pérdida pasajera del conocimiento) y hasta colapso general. Es una enfermedad progresiva. Los signos clínicos se incrementan con la edad.
Las alteraciones congénitas que pueden presentarse en estos perros son la estenosis de las narinas (abertura fosa nasal disminuida, lo cual no permite una correcta entrada de aire);la elongación e hiperplasia del paladar blando, lo que produce obstrucción de la glotis; (lo cual no permite una correcta ventilación), anomalías laríngeas, de la tráquea y bronquios, y enfermedades gastroesofágicas asociadas.
El diagnóstico del síndrome se realiza basado en la anamnesis y examen clínico del paciente. Sin embargo, algunos componentes del síndrome se diagnostican mediante la realización de radiografías de cuello y tórax, tomografías computarizadas de la cabeza, y endoscopía de la vía aérea y tracto gastrointestinal.
Lamentablemente el inbreeding (cruzamiento entre líneas genéticas emparentadas), no solo fijó belleza y habilidades conductuales sino también características físicas exageradas y antinaturales que son perjudiciales para la salud y calidad de vida de los perros.
Afortunadamente existen tratamientos que van desde tratamiento clínico a quirúrgico dependiendo el grado.
Importante:
Control de peso: estudios han demostrado una correlación entre una elevada condición corporal y la severidad del distrés respiratorio asociado al síndrome.
Las caminatas deben ser cortas y realizadas en los momentos frescos del día.
En los paseos deben ser llevados con arneses y no sujetos del cuello para evitar presionar su vía aérea superior.
Dentro de una clínica u hospital, los pacientes deben ser sujetados de una manera que minimice su estrés y ser mantenidos en un ambiente calmo y fresco.
Es muy frecuente que en razas braquicéfalas extremas ( Bulldog inglés, Bulldog francés y Pug) ocurra el llamado shock térmico o golpe de calor al ser expuestas a altas temperaturas o al deporte; en estos casos es importante te acerques rápidamente a la Clínica Veterinaria para poder estabilizar rápidamente.
Si la temperatura está por encima de los 39,5 ºC, debes enfriarlo, lo puedes hacer humedeciendo las almohadillas plantares con alcohol y ventiladores. Evitar el baño con agua fría ya que incrementa el estrés y puedes causar una vasoconstricción periférica lo cual incrementa aún más la temperatura corporal.